martes, 28 de julio de 2009

El destino

Bueno lo prometido es deuda. Esta es la historia de amor entre Olga y Antonio. Pero como siempre me sucede, es únicamente el bosquejo de algo que será parecido a una novela muy corta. Como lo decía el blog pasado, ¿coincidencias? No lo sé, pero tal parece que mi camino como escritora, empieza a dibujarse más claramente.
Que lo disfruten:


La tarde de ese mes de enero fue excepcionalmente fría, el sol había decidido esconderse detrás de unos nubarrones negros, sería para no presenciar la tan triste despedida, la niebla llegaba hasta el punto de no ver más allá de apenas unos cuantos metros. Se escuchaban únicamente sollozos, palabras de amor, gemidos ahogados y a lo lejos los “tuuu tuuu” de los barcos anunciando su llegada al puerto.
Una pareja caminaba abrazada hacia el futuro incierto, los brazos de Antonio rodeaban la cintura de Olga y la protegían del gélido viento que corría por el muelle. Ella con el corazón hecho trizas y él con una desgastada maleta café, tiritaban sintiendo por última vez el calor de sus cuerpos.
Olga y Antonio, se habían conocido en Sama de Langreo, su pueblo natal en Asturias, hacía ya muchos años. La madre de Antonio, por las bajas notas en la escuela, lo había azotado, y éste al salir corriendo tiró de la escalera a Olga, que subía a su piso cargada con una bolsa de naranjas.
Al escuchar el grito de Olga, el chico se detuvo y sintiendo un remordimiento muy grande, la ayudó a recoger las frutas que rodaban escalera abajo. Ya en la planta baja, se limpió las lágrimas que corrían por sus mejillas, para que la niña con el cabello tan negro como nunca había visto igual no se diera cuenta que lloraba. Antonio sintió un calor muy extraño en su cuerpo, algo que jamás había experimentado tras sus diez largos años de vida.
Olga por su parte, al ver al muchacho con los ojos enrojecidos, pero en solícita ayuda, sintió una ternura muy grande y las ganas de consolarlo por la pena que lo embargaba. Seguramente su madre lo había maltratado y ella quería darle ese cariño que ella creía que a él le faltaba.
A partir de ese día, los chicos se buscaban para ir a la escuela, que quedaba a tan solo unas cuadras de sus casas, regresaban juntos, jugaban en la calle y poco a poco el romance fue envolviéndolos con sus grandes alas color carmín.
Una tarde que regresaban de la escuela, Olga muy emocionada, le platicó a Antonio de América. En su clase de Geografía, la maestra les había platicado de ese continente, y el lugar que más le había llamado la atención a la niña, había sido México, un lugar lleno de colores, donde las personas eran siempre muy felices.
Antonio, como siempre la escuchaba fascinado, y se imaginaba una vida en aquel lejano país con su Olga. Siempre soñaban en ¿qué harían?, ¿Cómo vivirían? ¿Cómo sería ese tan lejano México?
Los años transcurrieron muy rápidamente, una tarde sentados en las escaleras, Olga le mostró una foto que había encontrado de un mercado en la ciudad de México, se veían frutas, verduras, especias y demás utensilios, que le daban una vida propia. Antonio estaba emocionado de sentir tan cerca a su compañera, pero no podía pensar en decir nada, el corazón corría desbocado.
Olga al ver el estado de Antonio, lo abrazó y sin siquiera pensarlo lo besó. En un principio el beso fue muy tímido, simplemente un roce de los labios. Pero el chico, al sentir esa dulzura, la besó con más fuerza y pasión. Se encontró jugando con la lengua de Olga sin darse cuenta.
Así su pasión fue aumentando día a día, caminaban tomados de la mano, se mandaban notas, se besaban en cualquier rincón. Una tarde que la madre de Olga no estaba en casa, hicieron el amor. Esta había planeado todo, para que fuera un momento especial, había cambiado las sábanas de su cama, tenía en un florero unas flores rojas, la foto del mercado estaba clavada en una de las paredes. Compartieron caricias, ternura, inexperiencia y hasta dolor. Fue una época maravillosa, donde mezclaron sueños, vida, besos, cuerpos, almas.
Nada podía separarlos ahora, nada, excepto la guerra civil. Antonio tenía ya 18 años, y como todo joven enamorado de la vida y de los ideales, se enlistó para pelear en contra del General Franco en el ejército de tierra, en el cuerpo de infantería. Tener una república era su sueño.
Así que aquel día Antonio se embarcaba para reunirse con el ejército en la provincia de Castellón y avanzar hacia Madrid. Ninguno de los dos sabía cuánto tiempo estarían separados, y lo que el futuro les depararía. México era una idea muy lejana.
Antonio, ingresó en el ejército, vivía una vida llena de temores y zozobra. Conforme avanzaba la guerra, tenía cada vez menos alimento, los uniformes y zapatos rotos y gastados. Los ideales dejaron de tener la misma fuerza que al principio y así entre batallas fueron acercándose a la capital.
Para Olga, la cosa no era mejor, tanto su familia como ella, eran republicanos al igual que Antonio. Sus hermanos, eran perseguidos por los franquistas, así que tuvieron que huir y esconderse por la sierra. La comida escaseaba y el terror de las noticias del frente era cada vez más desalentador.
Una tarde, le avisaron a Olga, a su hermana y a su madre, que traían a su hermano José. Lo habían atrapado ya, al verlo las mujeres su rostro se llenó de espanto, su madre no paraba de llorar, estaba casi famélico, la ropa hecha jirones, los ojos hundidos y el color de su piel era casi ocre.
Por traidor, lo colgaron y llevaron su cuerpo arrastrando por la plaza del pueblo, para demostrar que cualquier persona que se atreviera a estar en contra del General, correría la misma suerte que José Caldas.
Después de aquel terrible suceso, la familia de Olga trató de salir de España. Lo único que lograron, fue que Olga y su hermana Pilar consiguieran un boleto en el Buque Motor “La Nueva Esperanza” que las llevara a algún lugar de América.
Se repetía aquella despedida en el muelle con Antonio, la diferencia era que ahora Olga se despedía de su madre y no conocía su destino. Y pensaba en Antonio, jamás lo volvería a ver, ella dejaba su patria, sin saber siquiera su futuro y no sabría si podría regresar algún día. Mientras él peleaba por una causa perdida, eso si seguía con vida.
A las puertas de Madrid, Antonio fue hecho prisionero y llevado a alguna parte que él no conocía al sur de Francia. A su llegada, se dio cuenta que estaba en un campo de trabajo, donde de sol a sol cultivaba todo tipo de hortalizas, siempre custodiado por soldados franceses, que le hablaban en un idioma que él desconocía. Por las noches en su cama, sus pensamientos siempre volvían a Olga. Sacaba de su bolsillo un pañuelo que ella le había dado el día de su partida, para no olvidar su aroma. No tenía noticias de ella, pero le preocupaban tanto las preferencias políticas, de ella y su familia, que no dejaba de imaginarse lo peor.
Olga y Pilar, llegaron a la isla de Cuba, quien acogió a los exiliados españoles con los brazos abiertos. Una familia dió asilo a Olga y otra a Pilar como parte del servicio de la casa. De ahora en adelante, tenían dónde dormir y qué comer. Trabajaban toda la semana y los domingos se veían para tratar de averiguar de su familia en España.
El patrón de Olga, era un hombre poderoso en Cuba, conseguía siempre lo que quería, era alto, de tez muy blanca, con los ojos azules, el pelo tan rubio que parecía blanco. Su perfil podría haber sido el de un césar romano. Desde que vió a Olga, decidió que tendría a esa muchacha para él. Siempre era amable y solícito con ella. A la muchacha le gustaba el trato preferencial que recibía, no imaginaba las intenciones del jefe.
Una mañana en que no había nadie en la casa, el patrón regresó con el pretexto de haber olvidado unos papeles muy importantes. Al llegar, vio que estaban únicamente Olga y él, así que decidió ir al encuentro de la muchacha. Esta al ver el rostro transformado por la lujuria, sintió miedo y trató de escapar de su presencia, pero él le cerró el paso con el brazo, la jaló y la subió a la mesa del comedor donde la violó. Ella trataba de liberarse, gritaba pero nadie correría en su ayuda. En su defensa, le arañó y le escupió el rostro. Cuando hubo terminado, la amenazó con correrla y negarle cualquier posibilidad de un nuevo trabajo si se atrevía a contárselo a alguien.
La pobre Olga a partir de aquel momento, dejó de vivir en tranquilidad, cualquier ruido la ponía en estado de alerta. A los dos meses, se dio cuenta que esperaba un hijo, un producto de aquella terrible experiencia.
Olga armada de valor, una noche en que el señor estaba solo en su estudio, decidió amenazarlo con decirle todo a su esposa si no accedía mandarla en el primer barco a México. Este para quitarse del peso y la responsabilidad, accedió de inmediato, por lo que arregló su partida.
Cómo le jugaba una mala pasada el destino, su sueño había sido ir a aquel país, pero acompañada por Antonio, ahora estaría ahí pero sola y con un bebé que cuidar. Nació una niña de cabello negro azabache y ojos azules, su piel parecía la nieve de los Alpes, a la cual le llamó Olga, como ella. Y así empezó en México su nueva vida, como institutriz de otra casa de una familia bien, en el puerto de Veracruz.
Una tarde de verano en el campo de trabajo de Antonio, los soldados franceses, les explicaron que esa noche habría un barco que los sacaría de Francia, no sabían a donde los llevarían. Lo que tenían que hacer era, en cuanto escucharan la alarma, salir corriendo rumbo al muelle, sin mirar atrás y subirse a un barco que los esperaría.
En el campo, los hombres se miraban unos a otros con miedo y desconfianza, y ¿Si fuera la ley fuga y les dispararan por la espalda? El terror ganaba la batalla, no tenían más que arriesgarse y hacer lo que los soldados les habían dicho.
Así que esa noche al sonido de la alarma corrieron, Antonio con el pañuelo de Olga muy apretado en su puño y gritando como un loco su nombre. Fue así que dejó tierras francesas y semanas después conoció la isla de la República Dominicana. Al desembarcar, no tenía más que lo puesto, no llevaba nada para comer o para vestir, así que una vez en la playa se vió abandonado y muerto de hambre.
Bendita isla del Caribe, había platanares por todos lados, así que comieron plátanos y durmieron en la playa. Así fue, hasta que poco a poco fueron encontrando algunos trabajos, para poder empezar una nueva vida.
Antonio, fue a una granja donde se cultivaba el plátano, la papaya y en la temporada el mango. Ahí se empleó por comida, techo y una mísera paga apenas para sobrevivir. Desde ahí, trató de contactar a alguien que le diera noticias de Olga, pero a ella parecía que la tierra se la hubiera tragado.
Vivió cuatro años en la isla, pero para él no era este el tipo de vida con el que soñaba, así que ahorró y sin más tomó el primer barco para salir hacia el puerto de Veracruz, en México. Finalmente uno de los dos cumpliría su sueño de vivir en aquel país.
Para Olga, la vida fue dura en un principio, pero su hija, era toda su alegría. Así que trabajaba por ella y se sentía feliz. En lo más recóndito de su corazón estaba siempre vivo el recuerdo de Antonio. Que lejano parecía ya. Todo era como un recuerdo nebuloso. Algunas veces hasta dudaba que realmente hubiera sucedido.
Una tarde, de regreso de tomarse un café lechero con una bomba en los portales, Antonio venía caminando por la calle, cuando de un edificio, salió una niña como de seis años corriendo, si no hubiera dado un paso hacia atrás lo hubiera tirado, le llamó la atención lo negro de su pelo, le recordaba a Olga, la blancura de su piel. Le extrañó que una niña saliera con tanta prisa y sola, así que la alcanzó justo antes de que cruzara por una calle.
La niña, cuando sintió el jalón del brazo, empezó a gritar todavía más fuerte, a lo que Antonio tuvo que tranquilizarla diciendo que no debería de haber salido así sola de su casa, que era mejor que regresara. La niña era hermosa, algo en su mirada le recordaba su niñez, su juventud, el amor.
Antonio la llevó de regreso a su casa, a la entrada del edificio, una mujer lloraba y gritaba - Olgaaaaa, Olgaaaa – el corazón le dio un vuelco, esta niña se llamaba… Pero si la mujer era, no lo podía creer. Sus ojos se llenaron de lágrimas, sintió un vacío en el estómago. Se acercó a Olga. En cuanto ella lo vió no pudo articular palabra. El hombre que estaba frente a ella era Antonio. Los dos en México, después de tantos años.
Se abrazaron, todos los sentimientos reprimidos por tantos años, se desbordaron. Sus lágrimas se confundían. Olga estaba demasiado delgada, le pareció a Antonio, sentía como si su esqueleto fuera a romperse en cualquier momento. Algo no estaba bien.
Olga lo invitó a subir, así que los tres subieron. Ya sentados en una pequeña sala muy bien iluminada, con las ventanas abiertas para que entrara el fresco. Antonio le preguntó sobre su hija, Olga le contó todo lo sucedido en Cuba. Él abrazándola, le prometió cuidar siempre de las dos, de ahora en adelante, nunca pasarían por ninguna miseria.
Antonio sentía que había algo más, no le gustaba el color de piel de Olga, y le preocupaba la reacción de la niña. Olga tuvo que confesar que padecía de cáncer, esa tarde le habían informado que solo le quedaban unas cuantas semanas. En cuanto había llegado llorando, le había dicho a Olga hija que tendría que buscarle una familia, que moriría muy pronto, por lo que ella había salido corriendo de esa manera.
Antonio tomó la mano de las dos, las besó y prometió cuidar siempre a Olga como su hija, y disfrutar el tiempo que tuviera con el único amor de su vida.

Josefina Gala

lunes, 27 de julio de 2009

Coincidencias

Hoy llegó mi día de taller, lo bueno de todo es que hoy sí hice mi tarea que consistía en hacer un "pastiche" de la película de los amantes del círuclo polar. ¿Qué es eso? Un pastiche es como sacar el esqueleto de la película, para de ahí ponerle encima nuestra historia, se dice fácil, pero muchas veces encontrar un tema que pueda encajar en ese esqueleto no lo es tanto.
Me costó mucho trabajo encontrar un tema, pero finalmente lo encontré. Con la nueva ley que permite a los nietos de los refugiados españoles obtener la nacionalidad española, mis hermanos y yo, empezamos a conseguir todos los papeles necesarios para hacer estos trámites. Se me vino a la memoria, la historia, que he de decir que me sé a medias, de mis abuelos paternos y su llegada a México, tras la guerra civil española.
Desconozco la parte de mi abuela, pero sí conocí la historia de mi abuelo Antonio, quien de un campo de trabajo en Francia, fué liberado y subido a un barco. Llegó a la isla de Santo Domingo, se casó y nació mi papá. No me acuerdo si tres o cinco años después llegaron a México. Por asuntos que desconozco, la historia entre mis abuelos fué siempre desconocida para mí, y como sucede con todo lo secreto, guarda un cierto encanto. Me ha seducido siempre el misterio que la rodea. Fue fácil dar con la historia, lo difícil meterla a cierto esquema.
Bueno ya les platicaré como me fué con Benjamín y prometo subirles el cuento, que creo yo es una hermosa historia de amor y de coincidencias. Como la de cualquiera de nosotros.
Hablando de coincidencias, es lindo encontrarlas en nuestras vidas, además, que nos enseñan que la vida pasa por algo y no nos dejan en el limbo de situaciones simplemente al azar, nos ubican, nos dan respuestas a miles de por qué´s.
Encontré una frase que me gustó mucho de Milan Kundera en La insoportable levedad del ser que dice: "Co-incidencia significa que dos acontecimientos inesperados ocurren al mismo tiempo, que se encuentran"
Al final esos hechos, son los que llegan a unirnos con personas, situaciones. Pero en cuanto suceden somos un poco ciegos. Es cuando volteamos hacia atrás, cuando nos damos cuenta del por qué escogimos una profesión, un trabajo, una pareja. Debemos estar más pendientes de todos los incidentes en nuestra vida diaria, para junto con el destino, ir tejiendo nuestra vida de una manera más consciente.
Podría afirmar sin miedo a equivocarme, que muchas coincidencias, son las que me tienen hoy aquí, escribiendo y viviendo una vida con la que ni de cerca soñé vivir, pero que definitivamente, me llena de satisfacción.
Solo por no dejar, los dejo con la tan conocida canción "coincidir" la letra dice mucho y además es hermosa.http://www.youtube.com/watch?v=IhhusTaEMBw. Además me encontré con que el video es nada más ni nada menos que de "Candy Candy" La caricatura que fué peor que telenovela cuando era niña. Pero como reí, sufrí y lloré al verla todas y absolutamente todas las tardes.
Definitivamente, para aquellos que la vieron (no se hagan, podría decir todos), una caricatura llena de coincidencias. Y si no la vieron, con mucho gusto puedo prestarles los 5 cd´s de la serie completa, que he de confesar compré piratas, para que entiendan de qué estoy hablando.
Bueno hasta de buenas me puso ver a la "pecosa", ¡Qué maravilla!

domingo, 26 de julio de 2009

Tirar la toalla

¿Qué quiere decir tirar la toalla? ¿Cuántas veces hemos oído esta expresión? Seguramente miles de veces. Pero reflexionando un poco creo que muy pocas veces, la usamos como se debe. Tirar la toalla, quiere decir rendirse, quiere decir no volverlo a intentar. Yo creo que la mayoría de las veces no es eso lo que hacemos. Simplemente algunas veces sabemos que tenemos que seguir adelante, que cambiar lo que estamos haciendo, pero eso no quiere decir que nos rindamos ante la vida.
Yo estoy convencida, que toda la vida está llena de señales y aprendizajes, solo que tenemos que estar muy pendientes para seguirlas, para entender que son nuestras pequeñas guías en el camino. La mayoría de las veces somos demasiado necios como para aceptarlas y no queremos movernos de donde estamos, estamos en una zona de comfort. El cambio dá miedo, inseguridad, pero tenemos que aprender a ser flexibles como las ramas de los árboles, no se rompen con el movimiento del viento de un lado hacia otro, simplemente se dejan llevar.
Pero definitivamente, tirar la toalla, creo que es algo que no sucede muy a menudo. Desgraciadamente, estamos acostumbrados a usar esa expresión, y de esa manera, sentimos fracaso, desilusión, culpa, entramos fácilmente en un estado de depresión. No entendemos, que en realidad, estamos en un momento de decisiones importante, que nos obliga, no a tirar la toalla, sino a movernos, cambiar, fluir del estado de estancamiento donde nos encontramos.
De ahí la importancia tan grande que tienen las palabras, es impresionante cómo una simple expresión, nos aleja del motivo sano de crecer y cambiar y nos jala a un estado de tristeza. Por lo que mucho cuidado con lo que decimos, porque puede convertirse en realidad.
Me siento super contenta, hoy después de más de tres años, regresé a los remedios a escalar. Me sentí bastante torpe, aunque estoy entrenando todos los días de la semana, no tengo la condición física necesaria, ni la fuerza, pero poco a poco la iré adquiriendo otra vez. Regresé a mis orígenes. Lo cual me hace sentir libre y feliz.
Para mí escalar es un deporte muy especial, más que deporte es la filosofía de mi vida. Aprendí que no se debe mirar atrás, siempre para adelante y lo más importante hacia arriba. Necesitas escuchar tu corazón, que te anima siempre a seguir, aunque estés cansado y sientas que ya no tienes aire. Aprendes a ver que eres solo un pequeñísimo granito en el inmenso mundo en el que vives. Comprendí la grandeza de Dios.
Lo único malo, es que mis manos, ya no parecían de hombre, ya estaban suavecitas otra vez. Ahora volverán a estar rasposas y duras, pero todo tiene un precio y estoy dispuesta a pagarlo con mucho gusto.

martes, 21 de julio de 2009

Los amantes del círuclo polar

Vengo casi llegando de mi taller literario. Hoy, dentro de las actividades que hacemos, nos tocó ver la película "Los amantes del círculo polar". Para aquellos que no la han visto, se las recomiendo ampliamente. Me gustó muchísimo.
Es una película muy bien hecha, donde el director lleva la historia de una manera sencilla, donde se cierran todos los círculos, y además te deja muchas cosas en que pensar. Las casualidades de la vida. O como todo se mueve de manera circular y vamos completando esos círculos para seguir adelante.
Y realmente, si nos ponemos a pensar, nuestras vidas estan llenas de las llamadas "casualidades" o yo más bien diría "causalidades". Todo tiene un porque en la película de nuestras vidas, todo nos lleva a vivir inevitablemente nuestras muy particulares historias, pero que están entretejidas con las historias de los demás.
Y si nos ponemos más estrictos, como un hecho que podría pasar inadvertido o carecer de importancia alguna, es el que nos puede marcar para toda la vida.
Así mismo, la importancia de ir cerrando nuestros círculos. La vida no puede fluir sin no hacemos esto. Si nos estancamos en una relación, en un problema, en un resentimiento, simplemente decidimos rendirnos a la vida.
Cada situación, cada persona, pasa por algo y a lo mejor por un tiempo definido, el cual nosotros obviamente desconocemos, pero que reconocemos cuando llegó el momento de decir adiós y seguir adelante. Solo si somos lo suficientemente sabios y continuamos, estaremos dejando nuestra vida lista siempre para lo nuevo, para lo que viene. Nos estaremos abriendo para un mundo nuevo de posibilidades.
Les prometo que no se aburrirán y seguramente se sentirán identificados con muchas de las situaciones que se muestran. A pesar de ser una historia de amor, no es empalagosa, ni conocemos el final desde que empieza.
Así que no estoy segura de donde la puedan conseguir, pero igual en blockbuster pueden tener alguna copia, o alguna idea de dónde encontrarla.
Yo por mi parte, le agradezco mucho a Carlitos de la Calle por haberla llevado. Se me olvidó pedírsela porque quisiera volverla a ver, pero ya tendré oportunidad.
Disfruten esta noche, porque está hermosa, si tienen oportunidad, cenen al aire libre, disfruten de la maravillosa temperatura de hoy, no es una noche estrellada ni con luna, pero simplemente es una noche deliciosa. Y si tienen con quien compartirla seguramente será mejor.

lunes, 20 de julio de 2009

Josefina Gala

Estuve leyendo tu blog lobo, y me hiciste reflexionar mucho acerca de los personajes que interpretamos a cada hora, y todos los días de nuestras vidas. Yo he interpretado los papeles de hija, amiga, novia, esposa, estudiante, ingeniera, mamá, amante, escritora, cantante, ciudadana, maestra de mate, entrenadora de gimnasia, alpinista. Seguramente hay más.
Y me pregunto ¿Cuándo he interpretado únicamnete mi papel? ¿El papel de ser Maricarmen? Yo creo que muy pocas veces. Generalmente estamos más preocupados en demostrar que somos tantas cosas, en demostrar que somos buenos que nos olvidamos de lo más importante. Ser únicamente nosotros mismos.
Dentro de todos los roles de nuestra vida, hay algunos donde somos nosotros, que los elegimos y donde nos sentimos felices, donde nos realizamos, donde nos acercamos a nuestra escencia. Pero hay otros en los que en realidad ni siquiera entendemos por qué estamos ahí, en qué momento nos perdimos que llegamos a donde no queríamos.
O simplemente nos damos cuenta que lo que estamos buscando es llenar las expectativas de alguien más, ya sea de nuestros padres, de nuestras parejas, de nuestros hijos o de la sociedad misma. Y el problema es que cuando decidimos no cumplir con esas esperanzas, tenemos que estar dispuestos a un momento de crisis, a una catársis muy fuerte y seguramente al rechazo.
La buena noticia, es que tarde que temprano, las personas que nos quieren, si no nos aceptan y nos entienden, cuando menos nos respetan. Y el crecimiento y aprendizaje para nosotros es muy grande y muy satisfactorio.
Realmente debí de haber escrito en primera persona, porque así son mis tiempos, de catarsis, de crecimiento y aprendizaje. Solo espero que pasen rapidito porque se necesita de mucha fuerza y de mucha voluntad, para salir avante. De coraje para seguir en el camino trazado, de luchar por nuestros sueños.
Lo que más me alegra es que en este camino he conocido a muchísima gente valiosa, que como yo está en esa incansable búsqueda de su ser. Gente que está dispuesta a dar todo por un sueño, personas interesadas en ser mejores cada día. Avocadas a conocerse primero, a no juzgar. Simplemente a ser.
Le agradezco a Dios por ponerlas en mi camino, porque muchas veces son las que también me dan ánimos para levantarme y seguir.
Y ahí les dejo un poema, cosa rara en mí, porque definitivamente no soy poeta:

Metamorfósis

¡Qué dolor! Vivo en una vorágine de emociones

Se suceden una tras otra sin que nada las detenga

Un huracán me arranca del suelo. Caos total

Lo único que se puede notar es una mancha voraz

Me atrae y me traga como un enorme magneto.

Es un agujero negro en la órbita de mi universo

Todo se pierde ahí dentro, por favor no quiero entrar

Pero nada me puede ya contener.

No puedo pensar, no hay tiempo, todo da vueltas,

solo tinieblas a mí alrededor. Siento una fuerte succión

me pierdo, grito en silencio y de pronto “Luz”.
Josefina Gala
No se los había platicado, pero Josefina Gala es mi pseudónimo. Cómo es que lo encontré, no lo sé, más bien me encontró a mí. Una tarde, como muchas, caminando mientras mis hijos estaban en su clase de gimnasia. Estaba con la mente en blanco, simplemente gozando mi caminata.
El cielo era de color azul claro, casi no había nubes, por a través de los árboles se colaba el sol, que curioso quería ver lo que hacían las personas en la Tierra. Se oía el canto de los pájaros y el susurro de las hojas tocadas por el viento.
Yo caminaba por uno de los caminos del deportivo, rodeado de árboles, cuando como si fuera un susurro me dijo "Gala". Entonces el corazón me dió un vuelco, ya tenía una parte de mi pseudónimo.
¿Por qué Gala? Siempre he admirado a Dalí, y cuando me preguntaron la razón, encontré que Dalí, fué un rebelde de su época, rompió con todos los esquemas existentes, hizo lo que tenía que hacer para ser feliz. Y ¿Quién lo inspiró? Pues Gala, y así soy rebelde, y busco mi felicidad ante todo.
Sentí una alegría inmensa, estaba segura que era el nombre ideal para mí, ahora me faltaba encontrar la otra parte, así que empecé a pensar en alguien que admirara, o a quien me pareciera, o un nombre con la fuerza necesaria.
Josefina, este nombre tiene 2 razones, la primera Josefina Bonaparte, otra mujer que marcó una época. La mujer de la que realmente Napoleón (otro de mis grandes héroes) se enamoró. La segunda por mi abuela paterna, nunca la conocí, nunca supe nada de ella. Fué un tema vedado en mi casa, y mi papá se llevó el secreto. Pero al final fué ella quien vino por su hijo, quien al final le dió el amor que mi papá necesitó, le dió tranquilidad a la hora de su muerte. Y quizá de ella yo heredé mi gran pasión por las bellas artes, eso me gusta pensar.
Así que mis escritos vendrán firmados de ahora en adelante por Josefina Gala. El personaje que hoy quiero interpretar en esta vida de letras.

domingo, 19 de julio de 2009

Harry Potter

El sábado llevé a mis hijos a ver la tan esperada película de la saga, va la número 6, ya casi lo logramos y sobrevivimos para que nos dejen de atormentar con estas películas.

Les he de platicar, que las primeras películas no fueron lo máximo, pero fueron aceptables y soportables. Pero ésta, verdaderamente no tiene nombre.

Es una historia sin pies ni cabeza, donde todo lo dejan verdaderamente a la imaginación, porque en ningún momento se nos aclaran las cosas, por ejemplo una escena donde Harry y el profesor Dumbledore tienen que encontrar un objeto donde está una parte del alma de Lord Voldemort, y así sin más Dumbledore, le explica a Harry que tiene que tomar ese líquido y todos los efectos del agua aquella, ¡Qué gran mago! Todo lo deduce de la nada ¿no? Y para acabarla ese objeto, ni siquiera tiene nada, los engañaron, entonces ¿Medio chafa el mago?

Los romances, son más fríos que la antártida. Dan verdaderamente lástima los intentos de hacernos creer el enamoramiento entre Harry y la hermanita de Ron y de éste con Hermaionie.

En las casi tres horas de película, no existe el suspenso o la acción, es muy lenta y aburrida. Así que yo les recomendaría no gastar su dinero y buscar otras opciones de diversión.

Sé que parezco el "grinch" de Harry Potter, pero fué decepcionante. Ni a mis cachorros les gustó. No le entendieron. Creo que merecemos como espectadores y clientes mejores películas.

Bueno una buena noticia, es que empieza la temporada de chiles en nogada. El año pasado no los probé, no me acuerdo ni por qué. Pero este año tengo que comer uno.

Los chiles en nogada me recuerdan mucho a mi abuelita Pepe, que en realidad se llamaba María, pero como su marido, mi abuelito (obvio), se llamaba José y le decían Pepe. Creo que cuando él murió uno de mis primos le empezó a decir así a mi abuelita. Bueno, la verdad es que ni me sé bien la historia. Pero algo así va.

Mi abuelita, fué la matriarca de la familia Bordes, todo giraba a su alrededor. Ella tomaba las decisiones de todos sus hijos, hasta que poco a poco se fueron cansando, y desgraciadamente para ella, al final, nadie le hacía mucho caso.

Fué la menor de 5 hermanos. No sé el nombre del mayor, porque seguramente no figuró mucho por la vida. El tío Rafael (aunque le decían Rafail, y los nietos siempre nos burlamos), que era médico, se llevó las palmas y el reconocimiento de toda la familia. Nunca lo conocí, pero ni falta hace, con todas las anécdotas, era como haber compartido con él gran parte de mi vida.

A sus dos hermanas sí las conocí, mi tía Mela y mi tía Nena. Fueron mucho más grandes que mi abuelita, así que no sé de donde aprendió a ser matriarca, si todos le llevaban muchos años.

Tuvo siete hijos, 2 hombres el mayor y el menor y 5 mujeres, mi mamá el sandwich, justo en medio. Manuel, Maruca, Marcela, Mela (mi mamá), Malena, Marisa y Luis. Claro todos le decían Muis, para que combinara con los demás.

Por motivo del Santo de mi abuela, se hacían siempre los chiles en nogada. Era todo un acontecimiento. Al principio, todas las hijas se juntaban en casa de la abuela, para hacer los chiles. Una vez que vivió en una casa más chica, se juntaban en casa de Malena.

Siempre, las hermanas, se sintieron muy orgullosas por la "receta" de los mencionados chiles. Ya que no había ningún lugar donde los hicieran como ellas. "El secreto está en que la carne de puerco del picadillo no es molida, se cuece y se corta en pedacitos muy finitos", decía mi mamá.

He de decirles que sí, verdaderamente eran espectaculares, todo quedaba siempre perfecto. Con el tiempo, mi abuela ya no está, así que la reunión para hacer los chiles, ya no existe. Cada familia los hace como quiere y puede, si es que todavía los hacen.

Mi mamá que heredó mucho a mi abuelita Pepe, sigue haciéndolos. La diferencia, es que nadie los quiere capeados, en esta época comer algo capeado es un insulto y no existe quien se atreva a meter a su cuerpo esa cantidad de grasa. Además en mi casa no les gustan a mi hermana, no estoy muy segura si a mis hermanos. Así que quedamos mi mamá y yo. Por lo que este año veo más remota todavía la posibilidad de comer uno de esos chiles de mi niñez.

Yo aprendí a hacerlos, pero mis cachorros, por supuesto ni siquiera se acercan a olerlos, no vaya a ser que se envenenen. Y después el tiempo ha sido cada vez menor. Así que mucho agradeceré, que si alguien conoce un buen lugar para comerlos me invite, o cuando menos me digan donde.

Son tradiciones que como muchas se han ido perdiendo y que valdría la pena retomar. Finalmente son platillos muy mexicanos. Con un colorido espectacular y un sabor inigualable.

miércoles, 15 de julio de 2009

El día de hoy solo quiero compartirles un pensamiento que me llegó:

"Hay personas qaue nos hablan y ni las escuchamos; hay personas que nos hieren y no dejan cicatriz. Pero hay personas que simplemente aparecen en nuestra vida y nos marcan para siempre" Cecilia Meireles

Les deseo de todo corazón, exista en sus vidas esa persona. Porque al encontrarla sabremos que estamos VIVOS y esa es la idea.
Seguramente nos tendremos que arriesgar mucho para encontrarla, pasaremos por muchos amores y desamores, lloraremos y reiremos. Pero la búsqueda vale bien la pena, las cicatrices en el corazón, son simplemente heridas de antiguas batallas, heridas que nos dicen que lo hemos intentado.
El tener miedo al dolor, al desamor, a la tristeza y dejarnos vencer. Sería entregar nuestra vida y dedicarnos únicamente a sobrevivir.
Hasta mañana y arriésgense!!!!!!!!

martes, 14 de julio de 2009

Por fin pude verificar mi coche. Solamente el Estado de México tardó 13 días en darle mantenimiento al sistema de verificación vehicular, son ágiles y rápidos ¿No creen? Así que ahora sí puedo ir de aquí para allá por toda la cuidad. Sí la que olvidó verificar fuí yo, después choqué y se me pasó el período, pero también se pasan en cuanto a hacer los trámites más sencillos para los usuarios (osea todos) de los verificentros.
Gracias Ari, mi siempre amiga, por tus palabras, es reconfortante saber que siempre estás ahí, a mi lado, compartiendo mi vida, mis sueños y mis peores pesadillas. Sabes perfectamente que también estoy y estaré allí para tí siempre. A final de cuentas nuestra vida, alma gemela, sigue siendo tan parecida que hasta me asusta un poco.
Estoy sentada frente a la computadora, y pensando en qué escribir se cruzaron las fotos de mis cachorritos cuando eran unos bebés y pensé ¡Qué rápido se pasa la vida! Cuando nuestros hijos nacen, deseamos que crezcan rápido, porque las desveladas son tremendas, el vivir cambiando pañales, la dificultad de comunicarse con los bebés, sobre todo cuando es el primero. Después los famosos "terribles 2 años", donde hay que estar detrás de ellos, pero quieren empezar a experimentar por sí solos. Así se pasa la infancia y ni siquiera la notamos. Cuando nos damos cuenta llegaron a la "casi adolescencia" y es entonces cuando queremos que vuelvan mejor a ser bebés, porque están más seguros, porque sabemos dónde estan, qué hacen, etc. Pero el tiempo no regresa.
Mis hermanos y cuñadas, están en este tiempo de bebés y hoy me siento la anciana diciéndoles, disfrútenlos, bésenlos, cárgenlos todo lo que puedan, porque después llegas por ellos a la escuela y un "hola ma" de lejos es todo lo que les sacas, se acabaron los abrazos, los besos, las caricias. Todo es diferente, es otra etapa, a la que espero me adapte pronto, por mi salud mental. Pero que a final de cuentas duele.
El Ego sufre un fuerte revés, porque de ser la mamá la persona más importante en el mundo de los niños, ésta pasa a un segundo, tercero o quien sabe qué término. Sé perfectamente que es ley de vida. Comprendo que el trabajo como padres, es hacer a nuestros hijos independientes, fuertes y felices para que puedan enfrentar sus propias vidas.
Solo espero haber cargado y besado suficiente a mis niños, porque sé que de ahora en adelante, las cosas serán un poco diferentes. Pero cuando crezcan un poco más, noten que su mamá los amó sobre todas las cosas, y los seguirá amando, de la manera en que ellos lo necesiten y lo pidan.
Los amo Pepe y Ceci han sido mi motor para ser mejor persona y para enfrentar la vida con valor, coraje y determinación.

lunes, 13 de julio de 2009

Quien lo diría aquí va la primera

Es increíble como es la vida de caprichosa, y la gran cantidad de sorpresas que nos tiene reservadas. Les platico el por qué
Una noche, de esas tantas en que me no podía conciliar el sueño, estaba empezando a preocuparme porque necesitaba escribir algo, pero no encontraba un tema que se me antojara ni un poco. Unos días antes, había leído en la revista "proceso" un artículo sobre las diferentes mujeres, sobre todo periodistas (aunque ese término no existía como tal en esa época), que habían participado en la Revolución Mexicana. Y recordando lo que decían fué que escribí la primera parte del cuento "Mujeres en la Revolución", que por cierto ya lo subí al blog, en ese momento, no había ni siquiera imaginado todo lo que de ahí se iba a desprender.
Al escribirlo, me topé con que no intentaba ser una novela histórica, pero que aunque fuera un cuento era necesario respetar algunos hechos, lenguajes, etc. Finalmente, aunque no se escriba directamente del encuentro armado, el entorno existió, no es algo que saqué de mi mente, lo único de mi inventiva son los personajes y sus historias. Pero siempre respetando el entorno político, económico, social y cultural.
En internet, encontré alguna información que me fué útil y que respetaba la época, y le daba vida a mi historia, a mi cuento. Al leerlo Benjamín, le gustó pero empezó a preguntarme más sobre los personajes del cuento, así que decidí que serían varios cuentos de los diferentes personajes de la primera parte y dejar que todos tomaran vida.
Al dejarlos en libertad, empecé a notar que verdaderamente, algunos ya tienen vida y ahora sí el verdadero reto empezó. Lo más gracioso de todo, es que yo soy amante de la Historia, pero jamás me había interesado la Historia de México, y sobre todo la Revolución. Pero ahora, tengo mucha investigación pendiente. Gracias al Lobo, tengo varias novelas que leer, tengo en mis manos información de la que puedo servirme para hacer algo con todos mis personajes.
De la idea de un cuento corto, simple y sin muchas complicaciones. Ha evolucionado a ser a lo mejor, mi primer novela. Es emocionante decirlo, aunque me aterra al ver la cantidad de información y de textos. Y me pregunto ¿Por qué meterme en camisa de once varas? Y la respuesta fué simple, porque así soy, porque si emprendo algo, lo hago hasta el fondo, nunca a medias.
Poco a poco prometo compartirles algunos extractos de estos escritos, de este nuevo mundo que estoy empezando a crear alrededor de dos mujeres amigas, de clase acomodada que vivieron muy de cerca esta etapa tan extraña de nuestro país llamada La Revolución Mexicana.

miércoles, 8 de julio de 2009

EL PERDON

Debido a varios incidentes en estos días de mi vida, la inspiración se fué de vacaciones y estoy tratando de regresarla. Pero lo que definitivamente sí ha pasado, es la reflexión tan profunda por la que he pasado.
Y me pregunto ¿acaso es tan difícil el perdonar? Y tal parece que es el mayor reto al que nos enfrentamos como seres humanos. Desgraciadamente nos sentimos infalibles, el que nosotros nunca nos equivocamos, pero empezando por ahí erramos, nadie puede ser como nosotros, pensar como nosotros, sentir como nosotros.
Cada quien, en su muy particular forma de ser actúa, cada uno es como tiene que ser y punto. Por lo que no hay manera de medir la conducta de los demás desde nuestra muy pequeña manera de ver las cosas.
Olvidamos que todos merecen nuestro respeto, para de esa manera merecerlo de regreso. Y al perdernos en esto, juzgamos y apuntamos con el dedo todo aquello que los demás hacen mal. Y si ese mal tiene que ver con nosotros, la cosa se pone un poco peor todavía.
No queremos pensar siquiera en el concepto del perdón, simplemente nos sentimos heridos, y posiblemente traicionados y decidimos negar que la otra persona es, al igual que nosotros, un ser humano con cualidades, defectos, limitaciones y fortalezas, que actuó como mejor pudo según su muy particular forma de ver las cosas.
Y es ahí donde empieza todo un proceso, que poco a poco va degradando la opinión que podíamos tener del otro, que va borrando las cosas buenas y bonitas para convertirlas en actos de traición. Todas las cualidades que le veíamos, decidimos ignorarlas y pensar que fué el que nosotros quisimos verlas pero en realidad eran inexistentes.
Así poco a poco, o algunas veces de manera más rápida, ese ser humano al que queríamos, lo convertimos en un monstruo que destruye nuestra propia existencia.
Pero lo peor, es que nosotros lo creamos, la otra persona sigue siendo la misma, somos nosotros los que hemos cambiado nuestra percepción y ahora la juzgamos desde nuestro dolor, nuestro desencanto.
Es por eso que el perdón debe entrar ahí, porque es el prisma que vuelve a hacer que todos esos rayos de miles de colores, vuelvan a ser uno solo, blanco y radiante. La persona que recibe nuestro perdón recupera su dignidad ante nuestros ojos. Pero a nosotros, nos libra del rencor, del odio, de la tristeza, del coraje.
De esa manera es un ganar-ganar. Por un lado el perdón rescata al otro, le da una nueva oportunidad y del otro lado perdonar es un acto de amor hacia nosotros mismos, porque nos quitamos de la carga del resentimiento y nos sentimos en paz.
Los invito a dar una vuelta a sus resentimientos y abrirle la puerta al perdón, sé que no es una tarea fácil. Porque siempre nos preguntamos, pero si el herido soy yo, y al final nos daremos cuenta, que toda herida el tiempo se encargará de sanarla. Más dar a nuestra vida un poco de paz y amor, nos hará sentirnos felices mucho más rápido.
Dejemos odios y resentimientos que únicamente nos amargan la existencia y decidamos dar y recibir perdón.

Bueno basta de lecciones. Espero con ansia el fin de semana, ya tengo volteados a todos los santos. Quiero verlo otra vez y ahora sí en persona compartir sueños y más sueños. Ay! el amor.

domingo, 5 de julio de 2009

Un poco de política

A propósito de las elecciones del día de hoy. A lo que espero hayan votado. Quisiera hacer una pequeña reflexión un poco política.
La expresión que los pueblos merecen el gobierno que tienen, es la expresión más cierta que he escuchado y más triste también, porque nuestro país es lo que es y está como está nada más y nada menos que por nosotros los mexicanos.
Yo ilusamente pensé que poco a poco nos estábamos dirigiendo a una democracia un poco más sólida, pero de hace un tiempo para acá ya no sé que pensar. Cuando escucho que la decisión de un voto por un determindo partido no tiene nada que ver con su plataforma, con sus propuestas, pero sí con lo "guapo" y "bueno" de su candidato pone a prueba mi paciencia y mi tolerancia.
¿Cómo es posible que a estas alturas alguien pueda siquera pensar en semejante tontería? Pero después no nos quejemos, porque preferimos vivir en las telenovelas, que por cierto ahora nos han hecho, que en la vida real. A lo mejor algún día platicamos un poco más de esta afirmación mía.
Y con esta gran "cultura" política, cómo podemos exigirle a los partidos tengan candidatos con la suficiente calidad moral como para dirigirnos, como para ver por los intereses de toda una nación y no únicamente por los propios. Es por demás imposible.
Y esta elección, ha sido una muestra, lo digo con tristeza, con indignación e impotencia. Desgraciadamente no tengo la respuesta a ¿Qué hacer? Pero estoy convencida que la tenemos que encontrar muy pronto porque las cosas tienen que cambiar urgentemente. No podemos permitir que ladrones, oportunistas sean los que hacen las leyes y detengan tan vehementemente el desarrollo de nuestro país.
Espero no hayan salido agraviados, y si es así cuando menos puedan repensar en el modo de elegir a sus partidos políticos. Y ejercer su derecho al voto de una manera más responsable y con argumentos más sólidos y maduros.
Basta ya, me voy tengo que ser mamá todavía un rato más.

La Mujeres de la Revolución (parte I)

- Dedícate a puta - le decía Matilde a Juana - eso de estar tratando de estudiar no es para nosotras. Pero Juana soñaba con algo más, cómo era posible que su gran amiga de infancia, con la que compartió muñecas, listones de colores y quizá hasta algún novio, el día de hoy le propusiera semejante abominación. Cómo imaginar siquiera que alguien no quisiera vivir en la modernidad propuesta por el Congreso y engrosar las filas de la Confederación de los clubes liberales como el de los hermanos Flores Magón.
Las dos amigas habían estudiado hasta la secundaria juntas y eso porque el Presidente Juárez la había hecho obligatoria para las mujeres, pero un buen día el papá de Matilde, potentado hacendado de San Luis Potosí y porfirista hasta la médula, la encontró besándose con Francisco, mozo de un miembro del partido liberal que estaba decidido a derrocar a Don Porfirio. Eso fue suficiente para que su padre la jalara de las trenzas y la llevara a aquella casa a la que tenía prohibido siquiera pasar cerca. En cuanto abrieron la puerta la aventó de un puntapié y le dijo a esa señora con un vestido estrafalario, que de ahora en adelante hiciera con esa lo que mejor le conviniera.
Y fue así como los sueños que compartiera alguna vez se reventaron en el piso con tal estruendo cual metralla que sólo unos años después sería el sonido ensangrentado de la época. Su futuro estaba ya decidido.
En un principio la profesión no fue toda de su agrado, pero poco a poco las ventajas salieron a su encuentro podía dormir hasta tarde, beber lo que quisiera, reírse como le diera la gana sin importar las miradas clavadas como flechas en sus ahora desenvueltas maneras.
Así que aquel día de verano en que Juana le confesaba su decisión de inscribirse a la Escuela Normal, donde ahora se abría un centro para la preparación científica de las mujeres, le parecía una locura.
Esa mañana, bueno más bien entrado ya el medio día, el calor era insoportable, se respiraba el sopor, los mosquitos de la fruta podrida rondaban el ambiente, y ni siquiera el aire se sentía capaz de cruzar por las ventanas abiertas de la casa. Para Matilde no era la excepción, estaba tirada en su cama con una camisola a medio poner, dejando salir uno de sus pechos blancos y redondos que tantos gozos habían sabido otorgar, despeinada y con un humor de perros. Su aliento acusaba una noche de harto tequila y juerga fenomenal. Su sudor era ácido, mezcla de varias transpiraciones de entes que desfilaron de uno en uno por su cama.
Así que un poco desesperada y enojada escuchó a su eterna compañera que con frases que se atropellaban por salir de su garganta le explicó la novedad y su sueño de ser periodista. Y si fuera posible -¡Ah! Magonista, eso quiero ser- Matilde se burlaba de la locura de su amiga y la recomendaba a inscribirse como ella en el padrón de prostitución. Pero muy en su fuero interno, Matilde sentía orgullo por su confidente, y por que no, quizá hasta un poco de envidia.
En cuanto Juana se fue, la expresión de Matilde era una mezcla de desconcierto y esperanza - ¿Y si Juana tuviera razón?- así cavilaba mientras el tiempo implacable la preparaba para cumplir con un oficio al que de momento le pareció soso y sin razón.
¿Por qué había tenido que escuchar a Juana? Le había metido ideas en su cabeza y ahora éstas la habían secuestrado. Todas las preguntas guardadas tan fielmente en aquel arcón al fondo de su mente, de momento emanaban cual cascada, imparables, y con una fuerza que hacía rugir su alma desde lo más profundo.
Al ponerse el sol, su cabeza seguía urdiendo esas ideas, cuando entró a su habitación Francisco, ahora convertido en hombre, que como todos venía a calmar esas ansias que se anidan entre las piernas, con una muchacha de la calle de Santa Teresa, que solo unos años después sería cambiado por “Primo Verdad”. Continuará….

sábado, 4 de julio de 2009

Brazos de sol

Esperando, encontré esta canción de Alejandro Filio,http://www.youtube.com/watch?v=NBU9ZtfsFM0 y es cierto no importa que digan que está trillado hablar de amor, el amor será siempre un tema que ronde por nuestras vidas. Y es verdaderamente maravilloso, ya que es lo que nos da aire, lo que hace que valga la pena la existencia.
Y el amor es tan diverso como seres en el planeta, existe amor por nuestros padres, que es el primero que conocemos. Experimentamos esa sensación de cuidado, de cariño, de protección y de esa manera es como nos percatamos que existe.
Después vivimos el amor a nuestros amigos, con la entrada a la escuela, expandimos nuestro pequeño universo, y amamos a esos seres nuevos que comparten junto a nosotros experiencias, aficiones, descalabros, juegos, que nos ayudan a construir una vida o un bosquejo al menos de nuestro proyecto de vida. El amor en esta etapa, posiblemente no es tan dulce como el primero pero es una forma maravillosa de compartirnos.
El siguiente generalmente es el primer amor, es el amor más puro y sublime, aquel que nos hace suspirar, soñar despiertos, nos da la fuerza suficiente para ir a las estrellas y regresar. Es la forma de expresión más cursi quizá pero seguro más sutil y delicada. De este amor, puede ser que guardemos los más maravillosos recuerdos, que al pensar en él sintamos aún el calor, la emoción, las mariposas en el estómago.
Puede ser que ese sea nuestro amor para toda la vida, aunque generalmente no sucede y evolucionamos para encontrar un amor más maduro, un amor, con el que formemos una familia, un amor que requiere compromiso y entrega. Este amor es un amor de decisión, el romanticismo termina y viene la realidad a suplantarlo. Es cuando conocemos realmente a la persona escogida por nosotros, pero que al mismo tiempo ayuda a que nos conozcamos a nosotros mismos, es como una carrera de resistencia, el principio es emocionante, a la mitad puede ser cansado, tedioso, pero que al acercarse al final vuelve a tener cierto encanto, al saber que la meta está cerca.
De ahí se desprende el amor a los hijos, este es un amor de entrega total, es el amor incondicional, puede llegar hasta el extremo de olvidarse de uno mismo por dar todo a los hijos. Es el amor menos egoísta de todos, ya que se dá sin esperar recibir nada, absolutamente nada a cambio.Y la pérdida de este amor es devastadora, ya que para cualquier pérdida hay un nombre, viuido, huérfano, divorciado, etc. Pero no existe nombre para la pérdida de un hijo.
Y así podemos continuar y no acabaría de nombrar las diferentes clases de amor. Pero lo más maravilloso es que siempre tendremos la oportunidad de enamorarnos de nuevo. Pase lo que pase, el corazón busca llenar esa clase de amor de la que carece. No importa que en el pasado las cosas que hayan sucedido sean duras y difíciles, siempre habrá una segunda o tercera o cuarta oportunidad para volverlo a intentar.
El corazón pide a gritos el amor, las mariposas, la emoción, puede que decidamos entregarnos más rápido a sus brazos, o nos resistamos un poco, pero al final siempre cedemos y caemos rendidos a sus pies. Ese es el verdadero encanto del amor. Y mejor flojitos y cooperando, porque el sentirse vivos es la verdadera experiencia de la vida. El solo respirar para no morir, nos hace muertos de todas formas, la chispa está en ese sentirse queridos, en esa necesidad de darnos un poco y de compartir con alguien nuestros sueños, nuestros proyectos, nuestras necesidades.
Así que no resulta nunca trillado hablar de amor, solo es necesario rendirse y ser feliz.
Comparto esa felicidad.

jueves, 2 de julio de 2009

Hoy fué un gran día para mí y como siempre me sucede me hizo pensar mucho en mi papá, en lo que hubiera pensado hoy, y seguramente del orgullo que sentiría. Así que hoy el el momento

Desgraciadamente

Con mucha tristeza que hoy todavía me hace llorar, tú ya no llegaste a ver terminado este trabajo que me costó esfuerzo, sudor y lágrimas.
¿Recuerdas aquel día? Sin saber porque habíamos quedado de desayunar en ese lugar de San Jerónimo, ni a ti ni a mí nos quedaba cerca de nuestras casas, pero ahí fue. Tu parecías un poco sorprendido de que yo hubiera tenido la iniciativa de pasar un rato tú y yo solos, pero al mismo tiempo se te veía feliz.
Yo por mi parte estaba nerviosa, todo el trayecto de mi casa al restaurante daba gracias a dios por haberme permitido estar ese día ahí. Hacía tan poco había pensado que te perdía que jamás pasaría otro día sin decirte todo lo que sentía por ti y poder compartir mis sueños contigo.
Me acuerdo que cuando yo llegué, tú ya estabas esperándome, como siempre tan desesperado, que estabas hasta de malas. Pero nada que una taza de café dejara de remediar.
Empezamos hablando de trivialidades, como el tráfico, el clima, el trabajo y poco a poco nos fuimos adentrando en cosas más importantes. Recuerdo que me preguntaste si ya le había encontrado el gusto a las ventas de seguros, cosa que abrió el panorama y te empecé a platicar lo desmotivada que me sentía haciendo eso, y que finalmente había descubierto lo que quería hacer. Te hablé de mi trabajo con los niños de la gimnasia del IMSS, de cómo a partir de ahí me había surgido la necesidad de hacer algo por ellos, y era por eso que estaba empezando a escribir un libro de meditaciones para niños. Recuerdo perfectamente tu cara, por un lado era asombro pero por el otro lado orgullo. Nunca me imaginé lo que instantes después me ibas a contar.
Empezaste a platicarme cosa que yo ya sabía, que de niño durante mucho tiempo tomaste clases de piano, que tu mamá te hacía practicar cinco horas diarias, no ibas a casa de ningún amigo ni tenías tiempo para jugar, y que llegó un momento en que te ofrecieron una beca para irte a estudiar a Austria, pero tus papás no te habían dejado.Tenías tan solo 12 años y la beca era por 3 años. Fue entonces que me confesaste que desde ahí tu vida había tomado un rumbo muy diferente al que hubieras soñado. Primero te volviste muy rebelde, estabas muy enojado sobre todo con tu madre. Y después no encontrabas en este mundo algo que te hiciera feliz. Corrías coches por una calle cerca de tu casa con amigos nada recomendables y más de una vez desbarataste un coche. Pero cuando tu mamá murió decidiste sentar cabeza por lo que hiciste lo que todos hacen, estudiar una carrera, buscar un trabajo, casarse y tener hijos, pero hacer todo eso no había llenado tu vida de felicidad, siempre había ahí un hueco. Fue entonces que comprendí muchas actitudes y acciones tuyas, fue cuando me dí cuenta que al haber troncado tus sueños, tus papás habían arrancado una parte de tu alma, y no habías tenido el valor de volver a buscar esos sueños.
Me acuerdo también que me platicaste de tus clases de metafísica y de la importancia que tenía la meditación en nuestras vidas, y que te sentías muy orgulloso de saber que aunque nadie en mi casa me hubiera enseñado a hacerlo, yo lo hacía y además entendía su importancia y tenía la necesidad de enseñarla a los demás.
Sabes, todo eso que me dijiste dejó en mí una huella imborrable. Porque cuando uno va a cambiar de profesión surgen muchísimas dudas, y tú con tus comentarios y experiencias me ayudaste a decidirme. Además ahora sin saberlo éramos cómplices en algo, los dos hacíamos si decirlo a nadie más lo mismo.
Desgraciadamente fue muy tarde para mí, o tal vez muy pronto para ti. Como siquiera imaginar que solamente nueve meses después tú ya no estarías aquí, tú dejaras este mundo sin sospechar la falta tan grande que me haces.
Todavía hoy puedo recordar el aroma de los molletes que desayunamos. El sabor del café y de tus últimos palabras. “Me enorgullece el saber que conoces tu camino. Aunque sea difícil decídete a seguirlo y sabes que cuentas conmigo” así es la vida, pero mi único consuelo es el que tú supiste la existencia de estas líneas, no de su devenir y del cambio que ha habido a través del camino, pero sabías y conocías mis sueños y si no los aprobabas del todo cuando menos estuviste allí para apoyarme en mis proyectos locos y en mis sueños. He tenido mil dudas de si lo que hago realmente sirve de algo o es solamente una pérdida de tiempo como me han dicho otras muchas personas. Como te lo dijeron a ti. Y sé que al final lograste ser feliz, pero cuanto tiempo tuvo que pasar para que tu vida fuera tranquila y llena de paz. Y yo soy mucho más desesperada que tú, yo no quiero que pase más tiempo, no quiero desperdiciar mi vida por darle gusto a alguien más.
Desafortunadamente este día que todos mis esfuerzos se ven coronados por atreverme a ser yo, tú mi aliado en este mundo ya no está, tú mi fiel compañero,maestro y amigo te adelantaste en el camino. Me acuerdo perfectamente como si fuera ayer como nos gustaba sentarnos juntos a escuchar música los domingos en la mañana. Fue durante esas mañanas que aprendí de instrumentos, compases y hasta historia, la derrota de Napoleón Bonaparte en Rusia con la 1812 de Tchaykovsky no hay nadie que la narrara mejor que tú.
Me tranquiliza saber que donde quiera que estés sabes y conoces lo que hay en mi corazón, porque después de ese desayuno al despedirnos nos abrazamos muy fuerte y solo logré susurrarte al oído lo mucho que te quería, el decirlo me quitó un gran peso y me llenó de paz, porque a pesar de siempre habértelo demostrado jamás te lo había dicho. Al separarnos quedamos de repetirlo alguna otra vez, pero esa estúpida enfermedad no permitió que nos juntáramos nunca más.
Tu cuerpo poco a poco se fue debilitando, primero dejaste de caminar, después de comer sin ayuda y asi hasta que tu cansado cuerpo se entregó a la más fría obscuridad.
Pero estas líneas son eternas y estarán allí para quien quiera conocer la historia de un hombre que al final encontró el valor de ser feliz.
Hasta mañana

miércoles, 1 de julio de 2009

Taller Intinerante

El día de ayer empezó mi taller intinerante de creación literaria. Te agradezco mucho Tony por tu casa, siempre dispuesta a acogernos y hacernos sentir muy cómodos. Fuimos muy pocos pero sé que ya llegarán.
La inauguración fué muy buena, Benjamín le pidió a un amigo suyo, un chavo de 18 años, que nos mostrara su cortometraje de "batallas en el desierto" de José Emilio Pacheco.
Quiero decirles que realmente me impresionó como un muchacho tan jóven tenga tanta facilidad y tanto talento para ser en un futuro un gran director. Les dejo el link, no dejen de verlo vale la pena http://www.youtube.com/watch?v=gcRpTB0sC1I.
Estos días he tenido que cuestionarme mucho acerca del amor y me pregunto ¿Qué es el amor? y desgraciadamente no tengo todas las respuestas, solo creo que el amor es una decisión de todos los días, un estar dispuesto a compartir y a respetar la personalidad de otra persona pero también sé que el amor se termina en el momento en que se acaba el respeto hacia el otro. Dolorosamente este proceso no se dá de la noche a la mañana, es algo que lleva su tiempo y de una manera muy gradual, sin que los involucrados puedan darse cuenta muy fácilmente. Y los demonios de la obsesión y locura salen a la luz sumándole que si no existe un amor propio estos nos llevan a hacer y decir cosas de las que después nos arrepentiremos el resto de nuestra vida.
Hoy lo único que le pido al amor es ese respeto por mi identidad, integridad y libertad. Me gustan los cuentos de hadas con finales felices donde el fuego te consume, pero hoy prefiero algo menos novelesco. Posiblemente mañana cambie de opinión, no lo sé.
Cambiando un poco de tema, no he parado de escribir, lo cual me llena de alegría, y si las cosas salen bien, mañana les estaré compartiendo una gran alegría.
Tuve el error de invitar a mis amigos me visitaran, pero me equivoqué en darles el link, me faltó una "o" y recibí varias respuestas diciéndome que no podían acceder al blog, con la corrección, espero saber de ustedes muy pronto.
Les recomiendo mucho lean la revista el proceso, que sacó una edición especial con motivo del bicentenario, acerca de La Mujer en la Revolución, es impresionante como ha evolucionado el actuar de la mujer hasta nuestros días. Si siempre lo he dicho las mujeres somos unas "chin.." cuando nos proponemos algo, sea bueno o malo eh? Reconozco que a veces (solo muy pocas) nos pasamos. Los artículos están muy interesantes, y creo que reflejan fielmente la manera de vida y los personajes de la época. Ya subiré un pequeño cuento al respecto...
Como mi coche estuvo casi 10 días en el taller, se me pasó verificarlo, así que sigo a pie y me voy a pagar mi multa. Me da mucho coraje, ya no voy a dejar las cosas para el último momento.
Tengan una tarde muy provechosa y crucen los dedos para que mañana sea un gran día para su amiga.