lunes, 3 de agosto de 2009

Para un mundo mejor

Un poco con el blog pasado, escribí una pequeña reflexión que me gustaría mucho compartir:

Llevo mucho tiempo preguntándome ¿Qué es lo que puedo hacer para tener un México mejor, para vivir en un país tranquilo? ¿Cuál es el área principal donde hay que trabajar para revertir el proceso que día a día degrada más a nuestra patria?

Hoy creo saber que lo primero que se tiene que hacer es empezar con la educación de los niños, desgraciadamente a nadie la interesa esto ya que es un proceso a muy largo plazo y los gobiernos quieren resultados en 6 años, si no es así el plan o proyecto no sirvió y es un fracaso.

Del tipo de educación al que yo me refiero tiene poco que ver con los conocimientos que se adquieren en la escuela, eso es otro campo al cual yo no me quiero meter. La educación a la que yo me refiero es algo integral, tiene que ver con educar no únicamente la mente sino también el espíritu, al hablar de espíritu no estoy hablando de creencias religiosas que muy fácilmente se confunden estos conceptos.

Me refiero a algo que va más allá de nosotros, que nos da fuerza para seguir adelante, que nos hace ser mucho mejores personas, que nos ayuda conocernos, que nos enseña a respetar todo lo que nos rodea, etc. De este tipo de educación es de la que estamos carentes en nuestra época. Vivimos en un mundo tan acelerado, que no nos da tiempo para detenernos ni siquiera a pensar ¿Quiénes somos?, ¿a dónde vamos?, ¿Qué nos gusta o nos disgusta?

De lo único que tenemos tiempo es para reaccionar, ni siquiera pensar, en que tenemos que dejar a los niños temprano en la escuela para llegar al trabajo, en que hay tanto tráfico que no nos importa meternos en 3,4 o 5 fila con tal de llegar, no nos preocupa que en la esquina haya una mamá con 3 niños tratando de cruzar la calle, qué importa que haya un charco enorme y queremos rebasar al coche de adelante y al pasarlo mojar al viejito que estaba esperando su camión.

Pensamos que es mejor copiar en un examen que reprobarlo, o comprar una película pirata sin importar a cuanta gente dejamos sin trabajo, o ir a una marcha porque alguien dijo que ahí teníamos que estar, no sabemos ni porque pero ahí estamos, robarle al señor de la tienda un dulce porque al fin el tiene muchos y mucho dinero y yo no.

Pertenecer a ese grupo de chavos y chavas que le entran a la droga y como nosotros no sabemos ni quiénes somos ni a dónde vamos pues también le entramos, así cuando al menos olvidamos que tenemos una vida vacía. No existe un más allá en nuestro camino, ahí se termina, así que ¿Para qué luchar por algo si no conozco que hay algo más allá?

Todos estos problemas y seguramente muchos más podrían ser solucionables si alguien nos educara el espíritu, alguien nos enseñara que claro que hay un allá, un porvenir que nosotros nos forjamos y que depende únicamente de cada uno, no tiene nada que ver con la suerte, el medio social donde nos desarrollamos, etc.

Lo realmente importante es el cómo esta educado el espíritu, cómo te ves en tu futuro, qué tan definido tenemos hacia dónde vamos y a dónde queremos llegar, que tanto nos conocemos para saber que en nuestro interior existe una fuerza que nos ayuda a lograr cosas grandiosas y nos enseña que somos lo que pensamos de nosotros mismos. Sin importar lo que los demás piensen.

Pensando en todo esto, es necesario idear una nueva forma para educar el espíritu de los niños, fortalecerlo, dejarlo salir a la superficie, enseñarles que desde que son niños pueden lograr cosas sorprendentes si se dejan guiar por su fuerza interior, por su amor, por su luz. Para que cuando sea el momento que ellos tengan que tomar decisiones, puedan tomarlas desde su corazón, sabiendo que buscan solo el bien, y así de esta manera algo pueda cambiar en el mundo y lleguemos a vivir en un lugar de paz.

A partir de esta pequeña reflexión los invito a que empecemos a tomar nuestra maravillosa existencia en nuestras manos, es ahora o nunca y a aquellos que tenemos que ver con niños seamos papás, maestros, entrenadores, también pensemos que esas personitas necesitan una nueva manera de ser educados para que ellos también encuentren su camino a la felicidad y realización.

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